El gobierno en Atenas - Siglos VIII a VI A.C.
El sistema de gobierno en Atenas pasó de monarquía a oligarquía, tiranía y finalmente democracia.
El sistema primitivo tenía un Basileus o rey, que con el tiempo dejó de ser hereditario y quedó sustituído por:
El Areópago que era autoridad máxima, integrado por miembros de la nobleza.
Nueve Arcontes nombrados por el Areópago, que duraban un año y luego pasaban a integrar el Areópago.
De los arcontes se destacaban:
El arconte rey que solamente tenía funciones religiosas.
El arconte epónimo que realmente gobernaba.
El arconte polemarca jefe militar del ejército.
Los demás eran los arcontes tesmotetes que actuaban como jueces interpretando la tradición de las leyes.
Las reformas del Siglo VI A.C.
La sociedad ateniense se vió afectada por las transformaciones que produjo la colonización; aunque no intervino en ella.
DRACÓN recibió poderes absolutos en el año 621 A.C.:
Recogió las leyes que eran conocidas oralmente, y las escribió.
Quitó a las genos (genoi) familiares el derecho de dictar justicia entre sus miembros y vengar las ofensas, estableciendo tribunales de la ciudad para juzgar los delitos.
Aún en la actualidad se habla de “reformas draconianas” para referirse a reformas trascendentales y rápidas.
SOLÓN fué nombrado en 594 A.C. para resolver los conflictos existentes. En sus dos años de gobierno hizo otras reformas:
Redujo las deudas y eliminó la esclavitud por deudas, liberando a los que estaban en ese estado.
Restingió el mayorazgo hereditario, estableciendo superficies máximas a las propiedades territoriales.
Reformó la moneda y el sistema de pesas y medidas.
Se le atribuye una reforma de la estructura de la sociedad y de las instituciones de gobierno:
Los ciudadanos eran los hombres libres nacidos en el Ática.
Se clasificaban en 4 clases de acuerdo a sus medios económicos:
Los tres niveles más ricos, debían armarse a su costa para formar el ejército de caballería o infantería acorazada. Integraban el gobierno y solamente los del grupo de mayor riqueza podían ser arcontes.
Los del cuarto nivel integraban el ejérito como infantería y la flota como remeros. Integraban la Asamblea y el Tribunal de los Heliastas.
PISÍSTRATO ascendió al poder como tirano en 561 A.C. y gobernó hasta el 527 A.C., en medio de las luchas internas.
Expropió tierras a los nobles y las repartió a los campesinos pobres.
Estableció colonias en Tracia y Helesponto, impulsó los cultivos de olivo y uva, y la explotación minera.
Hizo grandes obras públicas embelleciendo la ciudad.
Atrajo a Atenas a artistas de toda Grecia, especialmente escultores.
Combatió las desviaciones de la religión tradicional.
Produjo una época de paz y prosperidad.
Luego de la tiranía de Pisístrato lo sucedieron sus hijos, pero fueron desalojados del gobierno por los nobles hasta que asumió un nuevo reformador:
CLÍSTENES gobernó Atenas a partir del año 507 A.C.
Su objetivo fue destruir las genos y tribus que formaban la aristocracia.
Dividió la ciudad en 100 circunscripciones llamadas demos, en que se inscribían los ciudadanos.
Cada 10 demos formaron una tribu.
Cada tribu nombraba un arconte y el secretario de los arcontes; 50 integrantes de un Consejo de los 500, 600 para el Tribunal de los Heliastas y debía contribuir con un grupo de hombres al ejército.
Aumentó las atribuciones del anterior Consejo de los 400, que aumentó a 500.
Estableció el ostracismo, castigo de destierro por 10 años que aplicaba la Asamblea a los que fueran considerados peligrosos para el orden de las instituciones.
Con posterioridad y en el paso del tiempo, se introdujeron otras modificaciones al sistema de gobierno ateniense:
El estratega, que era un funcionario anterior relativamente secundario, adquirió mayor autoridad que los arcontes.
El Areópago quedó casi sin autoridad.
Se permitió el acceso a todas las magistraturas a los miembros de todos los grupos de ciudadanos. Se estableció la mistoforia como remuneración por las actividades requeridas por los cargos del Consejo, la Asamblea y el Tribunal, para permitir desempeñarlas a los que no tenían riquezas
miércoles, 5 de noviembre de 2008
viernes, 24 de octubre de 2008
Sobre Allan Poe
Es Edgar Allan Poe un maestro del género de terror. Sus relatos cortos que se cuentan por docenas son tan sumamente excepcionales que no solo los amantes del género suelen tenerlos como libros de cabecera, sino que hasta el menos aficionado habrá oído hablar de ellos o incluso los habrá visto tanto en la pequeña o gran pantalla. Los cuentos de Poe han sido llevados al cine una y otra vez y aunque quizás creáis que no conocéis ninguna de sus historias, seguramente más de una historia vista en televisión tiene su origen en un relato de Poe.
La vida de este escritor estadounidense es casi tan estremecedora como muchos de sus relatos. Siempre deseó ser poeta, era su máximo anhelo, pero las necesidades económicas lo condujeron a la prosa. Aunque no podemos decir que fuese el creador de los relatos de miedo fue un maestro en su arte y fue quien inició la novela policiaca; su relato 'El escarabajo de oro' (1843), que trata de la búsqueda de un tesoro enterrado, es buena prueba de ello. Su corta vida estuvo siempre marcada por la depresión, su tendencia a la melancolía y su afición al alcohol y a las drogas que acabaron por destruirle.
Nació en Boston el 19 de enero de 1809. Sus padres, actores de teatro itinerantes, murieron siendo él niño, y fue criado por John Allan, un hombre de negocios rico de Richmond (Virginia), que probablemente fue su padrino. A los seis años viajó con la familia Allan a Inglaterra donde ingresó en un internado privado. Después de regresar a Estados Unidos en 1820 siguió estudiando en centros privados y asistió a la universidad de Virginia durante un año, pero en 1827 su padre adoptivo, disgustado por la afición del joven a la bebida y al juego, se negó a pagar sus deudas y le obligó a trabajar como empleado.
Contrariando la voluntad de Allan, Poe abandonó su nuevo trabajo, que detestaba, y viajó a Boston donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros poemas (1827). Poco después se alistó en el ejército, en el que permaneció dos años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf, y se reconcilió con Allan, que le consiguió un cargo en la Academia militar, pero a los pocos meses fue despedido por negligencia en el deber; su padre adoptivo le repudió para siempre.
Al año siguiente de publicar su tercer libro, Poemas (1831), se trasladó a Baltimore, donde vivió con su tía y una sobrina de 11 años, Virginia Clemm. En 1832, su cuento 'Manuscrito encontrado en una botella' ganó un concurso patrocinado por el Baltimore Saturday Visitor. De 1835 a 1837 fue redactor de Southern Baltimore Messenger. En 1836 se casó con su joven sobrina y durante la década siguiente, gran parte de la cual fue desgraciada a causa de la larga enfermedad de Virginia, Poe trabajó como redactor para varias revistas en Filadelfia y Nueva York. En 1847 falleció su mujer y él mismo cayó enfermo; su desastrosa adicción al alcohol y las drogas, contribuyeron a su temprana muerte en Baltimore, el 7 de octubre de 1849.
El 3 de octubre se celebraba en la ciudad unos comicios. Poe como un vagabundo más, se acercó a esta población para recibir el dinero que la chusma de borrachines recibían a cuenta de ciertos partidos por depositar un voto a su favor. El dinero que posiblemente necesitase el autor para emborracharse no lo llegó a cobrar nunca. Fue hallado semiconsciente tirado en la calle. Llevaba puestas ropas harapientas que ni siquiera eran suyas. Fue ingresado en el hospital y cuatro días más tarde falleció en medio de terribles delirios e incesantes imágenes de terror que acosaban su mente agotada.
El tío de Poe declaró a su muerte: "Había conocido tanto dolor y tenía tan pocos motivos para sentirse satisfecho con la vida que este cambio apenas puede considerarse una desgracia" Edgar Allan Poe vivió una vida tortuosa marcada por el dolor, dolor que nacía de su alma melancólica y depresiva y que intentó calmar mediante las drogas y el alcohol. Por su puesto no solo no lo consiguió, sino que logró perderse para siempre en algún paraje escalofriante de los nacidos de su mente. Murió con tan solo 40 años y nos dejó páginas y páginas de horror, impregnadas en su sudor alcohólico y su sangre envenenada.
Para ser justos con el miedo que brota de cada página de los relatos de terror de Poe, deberíamos mencionarlos todos. Cualquiera de ellos es capaz de ponerle los pelos de punta y de erizarle la piel al lector más curtido. Sin embargo para no agotar el espacio, seleccionaremos nuestros preferidos.
El gato negro- Aún siendo de los más conocidos, no deja por ello de ser formidable. Leedlo y os asustaréis seguro. Los crímenes de la rue Morgue. Posiblemente lo habréis visto en la tele, de todos modos es mucho más escalofriante si se lee. Los hechos en el caso del señor Valdemar- Solo para lectores de sangre muy fría. La caída de la Casa Usher. Un maravilloso relato en un ambiente realmente estremecedor. Y desde luego recomendar la lectura de las Aventuras de Gordon Pynn. Es la aventura en estado puro.
La vida de este escritor estadounidense es casi tan estremecedora como muchos de sus relatos. Siempre deseó ser poeta, era su máximo anhelo, pero las necesidades económicas lo condujeron a la prosa. Aunque no podemos decir que fuese el creador de los relatos de miedo fue un maestro en su arte y fue quien inició la novela policiaca; su relato 'El escarabajo de oro' (1843), que trata de la búsqueda de un tesoro enterrado, es buena prueba de ello. Su corta vida estuvo siempre marcada por la depresión, su tendencia a la melancolía y su afición al alcohol y a las drogas que acabaron por destruirle.
Nació en Boston el 19 de enero de 1809. Sus padres, actores de teatro itinerantes, murieron siendo él niño, y fue criado por John Allan, un hombre de negocios rico de Richmond (Virginia), que probablemente fue su padrino. A los seis años viajó con la familia Allan a Inglaterra donde ingresó en un internado privado. Después de regresar a Estados Unidos en 1820 siguió estudiando en centros privados y asistió a la universidad de Virginia durante un año, pero en 1827 su padre adoptivo, disgustado por la afición del joven a la bebida y al juego, se negó a pagar sus deudas y le obligó a trabajar como empleado.
Contrariando la voluntad de Allan, Poe abandonó su nuevo trabajo, que detestaba, y viajó a Boston donde publicó anónimamente su primer libro, Tamerlán y otros poemas (1827). Poco después se alistó en el ejército, en el que permaneció dos años. En 1829 apareció su segundo libro de poemas, Al Aaraf, y se reconcilió con Allan, que le consiguió un cargo en la Academia militar, pero a los pocos meses fue despedido por negligencia en el deber; su padre adoptivo le repudió para siempre.
Al año siguiente de publicar su tercer libro, Poemas (1831), se trasladó a Baltimore, donde vivió con su tía y una sobrina de 11 años, Virginia Clemm. En 1832, su cuento 'Manuscrito encontrado en una botella' ganó un concurso patrocinado por el Baltimore Saturday Visitor. De 1835 a 1837 fue redactor de Southern Baltimore Messenger. En 1836 se casó con su joven sobrina y durante la década siguiente, gran parte de la cual fue desgraciada a causa de la larga enfermedad de Virginia, Poe trabajó como redactor para varias revistas en Filadelfia y Nueva York. En 1847 falleció su mujer y él mismo cayó enfermo; su desastrosa adicción al alcohol y las drogas, contribuyeron a su temprana muerte en Baltimore, el 7 de octubre de 1849.
El 3 de octubre se celebraba en la ciudad unos comicios. Poe como un vagabundo más, se acercó a esta población para recibir el dinero que la chusma de borrachines recibían a cuenta de ciertos partidos por depositar un voto a su favor. El dinero que posiblemente necesitase el autor para emborracharse no lo llegó a cobrar nunca. Fue hallado semiconsciente tirado en la calle. Llevaba puestas ropas harapientas que ni siquiera eran suyas. Fue ingresado en el hospital y cuatro días más tarde falleció en medio de terribles delirios e incesantes imágenes de terror que acosaban su mente agotada.
El tío de Poe declaró a su muerte: "Había conocido tanto dolor y tenía tan pocos motivos para sentirse satisfecho con la vida que este cambio apenas puede considerarse una desgracia" Edgar Allan Poe vivió una vida tortuosa marcada por el dolor, dolor que nacía de su alma melancólica y depresiva y que intentó calmar mediante las drogas y el alcohol. Por su puesto no solo no lo consiguió, sino que logró perderse para siempre en algún paraje escalofriante de los nacidos de su mente. Murió con tan solo 40 años y nos dejó páginas y páginas de horror, impregnadas en su sudor alcohólico y su sangre envenenada.
Para ser justos con el miedo que brota de cada página de los relatos de terror de Poe, deberíamos mencionarlos todos. Cualquiera de ellos es capaz de ponerle los pelos de punta y de erizarle la piel al lector más curtido. Sin embargo para no agotar el espacio, seleccionaremos nuestros preferidos.
El gato negro- Aún siendo de los más conocidos, no deja por ello de ser formidable. Leedlo y os asustaréis seguro. Los crímenes de la rue Morgue. Posiblemente lo habréis visto en la tele, de todos modos es mucho más escalofriante si se lee. Los hechos en el caso del señor Valdemar- Solo para lectores de sangre muy fría. La caída de la Casa Usher. Un maravilloso relato en un ambiente realmente estremecedor. Y desde luego recomendar la lectura de las Aventuras de Gordon Pynn. Es la aventura en estado puro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)